Derecho de Familia

En la práctica ambos conceptos tienen muchos aspectos en común, pero principalmente se diferencian en que con la separación los cónyuges pasan a vivir su vida de manera independiente, pero sin que suponga la ruptura del vínculo matrimonial.

Con el divorcio se pone fin al matrimonio.

En ambos casos se debe pactar la custodia de los hijos, régimen de visitas, pensión y aspectos relacionados con la vivienda o la división de bienes.

Cuando hay acuerdo entre los cónyuges (divorcio de mutuo acuerdo) hay que redactar un documento, denominado convenio regulador, que recoge los aspectos que regirán las relaciones personales y económicas tras el divorcio. Es aconsejable ser asesorado por un abogado para su redacción, ya que también será necesario que este redacte la demanda de divorcio de mutuo acuerdo. Una vez firmado el convenio regulador se remite al juzgado junto a la demanda, para ratificarlo en presencia del juez. Si hay hijos menores también será examinado el convenio por el ministerio fiscal. Si considera que hay alguna cláusula que pueda perjudicar a los hijos no lo admitirá. 

Sí el juez y el fiscal entienden que el convenio es ajustado a derecho, se dictará el divorcio y se aprobará el convenio regulador.

En el divorcio contencioso, al no haber acuerdo entre los cónyuges, cada uno de ellos, con su propio abogado y procurador, presentan ante el juez de familia sus pretensiones, y tras la celebración de una vista (juicio), el juez determinará, siempre en beneficio de los hijos, las medidas que regirán tras el divorcio

Es un divorcio de mutuo acuerdo, en el que, al existir conformidad entre los cónyuges, el trámite es relativamente rápido.

Actualmente, la ley también contempla, no sólo el divorcio ante el juez, sino también ante notario, siendo incluso más rápido, si bien en este caso es necesario que el matrimonio no tenga hijos menores de edad. También cabe el divorcio ante notario si los hijos son mayores de edad, si estos prestan su consentimiento respecto de las medidas que les afecten.

La custodia determina que progenitor queda al cargo del cuidado de los hijos menores de edad.

Puede encomendarse a la madre o al padre -custodia exclusiva- o ambos por igual, en este caso estamos ante una custodia compartida, en la que los hijos están con sus progenitores por iguales periodos de tiempo, generalmente por semanas alternas.

Ya sea custodia exclusiva o compartida, los hijos tienen derecho a comunicarse con sus progenitores, y tener un régimen de visitas (entre semana y/o fin de semana) que a falta de acuerdo entre los cónyuges decidirá el juez.

Es uno de los aspectos más importantes y que suele generar más discrepancias.

Como norma general, el uso de la vivienda se atribuirá al cónyuge que se quede con la custodia exclusiva de los hijos. 

Si la custodia es compartida, primero se tomará en cuenta el acuerdo entre los cónyuges si existiera, en caso contrario, el juez tendrá en cuenta quien es el titular de la vivienda, puesto que, aunque en la mayoría de los casos, la vivienda pertenece al matrimonio, puede ocurrir que el propietario sea sólo uno de los cónyuges y se valorará también la capacidad económica de los cónyuges.

Por pensión de alimentos se entiende todo lo necesario para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica de los hijos. También comprende su educación mientas sea menor de edad, y aún después, cuando no haya terminado su formación por causa que no le sea imputable.

Para fijar la pensión se atiende a que tipo de custodia existe, cuanto tiempo pasan los hijos con cada progenitor y  la capacidad económica de estos.

Al haber dictado el juez una sentencia en la que se obliga al pago de la pensión, en caso de incumplimiento se puede solicitar que se cumpla. El juez ordena que se cumpla forzosamente la sentencia, esto es, que se ejecute la sentencia.

También se puede solicitar el cumplimiento del pago de la pensión en vía penal.

Sí, y así lo permite la ley, siempre y cuando haya habido un cambio importante en las circunstancias que dieron lugar a la adopción de esas medidas. Por ejemplo, en un primer momento se pacta una custodia exclusiva, pero por un cambio en las condiciones de trabajo de alguno de los progenitores, se puede pactar o solicitar una custodia compartida.

Es el procedimiento por el que los bienes que pertenecen al matrimonio se adjudican a cada uno de ellos.

Hay que realizar una serie de operaciones tales como hacer un inventario de los bienes, valorarlos, dividirlos y adjudicarlos.